“A las ‘señoritas’”, explica Clara, no sin cierto hastío, “se les sigue pidiendo lo que se les ha pedido siempre: que no desentonen, que no metan la pata de forma memorable. Pero, en un entorno en que las mayores diferencias adquisitivas y la movilidad social hacen que la cultura ya no sea un distintivo de estatus y en el que, por lo tanto, nadie se ocupa de tenerla, es difícil meter la pata con esos temas… No se habla de arte o de literatura y, si se hace, nadie sabe nada, con lo cual, no pueden pedirte que sepas. Si algo sabes… bueno, resulta vistoso y ‘mono’ siempre que sepas hacer comentarios leídos pero ligeros y no te marques speeches densos que aburran a la concurrencia, sino sólo apuntes ocasionales. Por otro lado, sí se exige que tengas cubiertos los aspectos relevantes para moverte en sociedad: tener una fuente de ingresos solvente, ser mona y estilosa, vestir bien…”.
Hola.
Esto no me lo he inventado yo.
EL SIGUIENTE DICTADOR EN LA SALA, QUE PASE.
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